viernes, 29 de octubre de 2010

NESTOR KIRCHNER



El ex presidente argentino, de 60 años, falleció este miércoles debido a un "infarto fulminante".


Los restos mortales del ex presidente argentino Néstor Kirchner fueron trasladados esta madrugada en avión a Buenos Aires desde la sureña villa de El Calafate, donde falleció el miércoles, para ser velados en la Casa Rosada.
El cadáver de Kirchner, víctima de un paro cardíaco, llegó al Aeroparque de Buenos Aires a la 1:50 de la mañana (hora local), en un avión en el que viajaron también la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su hijo mayor, Máximo.
El féretro será velado desde las 10 de la mañana (8 de la mañana, hora colombiana) en el llamado Salón de los Patriotas Latinoamericanos.
Entretanto, miles de personas desfilan desde el miércoles frente a la Casa Rosada y han sembrado un mural simbólico de carteles, flores, banderas y fotografías en homenaje a Kirchner sobre la Plaza de Mayo y en la verja central del edificio.
Según un funcionario, la capilla ardiente que se instalará en la Casa Rosada permanecería abierta por unas 48 horas para la despedida del hombre que marcó la política argentina en los últimos siete años.
El Gobierno, además, decretó tres días de duelo nacional -desde el miércoles y hasta el próximo viernes- por el fallecimiento del ex presidente.
El miércoles era el día del censo en la Argentina. El matrimonio presidencial quiso ser consultado en su domicilio particular de El Calafate y, por eso, habían llegado en la tarde del martes a esa ciudad de la Patagonia argentina.
EL EX PRESIDENTE NESTOR KIRCHNER(fue jefe de Estado entre 2003 y 2007) y su esposa, la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner, querían aprovechar el tiempo para descansar.
En la tarde del martes pasearon por el pueblo, cenaron en el restaurante de un hotel, se dejaron saludar por amigos y vecinos y nadie podía imaginar que El Calafate, ese pequeño pueblo que ellos ayudaron a hacer famoso tanto como el imponente Glaciar Perito Moreno, hoy viviese un luto histórico.
Después de la cena se reunieron con amigos y colaboradores en su casa, que linda con el hotel familiar.
En horas de la madrugada (pasadas las 4), Kirchner comenzó a descompensarse y, según fuentes cercanas, "dijo que le dolía el pecho y que estaba mareado y la Presidenta le pidió a la custodia que llamaran al médico presidencial".
La cosa no había pasado a mayores hasta que a las 8:15 de la mañana sufrió el primer paro cardiaco y se decidió el traslado al hospital municipal, modernizado en los últimos años y que contaba con unidad coronaria.
Con la Presidenta a su lado, Kirchner ingresó a las 8:30 al centro médico y, en el lapso de 20 minutos, sufrió otras dos severas crisis cardiacas. La última le costó la vida, según aseguraron a EL TIEMPO fuentes de su entorno.
Consternación, dolor, confusión. Parecía la réplica inmediata del primero de julio de 1974, el día en que murió Juan Domingo Perón y el país quedaba en manos de su esposa María Estela Martínez de Perón. Luego, el silencio.
A las 10:30 de la mañana los restos del ex presidente, fueron trasladados a su casa en El Calafate.
Mientras, se aguardaba la llegada de varios ministros y de su hijo Máximo y de su hija Florencia, que estudia cine en Nueva York, para decidir el traslado a Buenos Aires, donde según fuentes gubernamentales sería velado en el Congreso Nacional.
"Fue un gran presidente de la Nación. Acompañamos el dolor de su esposa y de sus hijos. Y tenemos ahora un momento muy complicado que esperemos nos encuentre a todos unidos", dijo el vicepresidente Julio Cobos, quien hace años estaba enfrentado políticamente con el matrimonio presidencial.
Nadie salía de su estupor en el Gobierno y en el oficialismo.
"Perdimos a un gran argentino. Sólo comparable con Perón, ahora más que nunca se redobla el compromiso de llevar adelante su proyecto", dijo el diputado Dante Gullo, uno de los pocos oficialistas que en las primeras horas se había animado a hablar sobre el deceso del llamado 'hombre fuerte' del peronismo.
En la mañana, nadie sabía en que momento la presidenta Kirchner saldría a hablar oficialmente. "Está shockeada", era lo que atinaban a decir sus colaboradores más cercanos.
Sólo ella tiene ahora la verdad. Sólo ella sabe ahora si el momento político que sobreviene con la muerte de Kirchner se parece tanto al de julio del 74, cuando arrancó una crisis de durísimas consecuencias para el país que desembocó en la última dictadura militar (1976-1983), o si su estatura presidencial tiene la capacidad de sobrellevar el momento y lo que queda de su mandato.

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